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En 1935 llegó a Capilla del Monte José Moll Bosch, un eximio pastelero, se enamoró de este pueblo y de su futura compañera de vida, María Emilia Cervato. Fundó en 1945 Confitería Achalay (expresión de asombro indígena).
Fabricó todo tipo de dulzuras entre las cuales sobresalían los tradicionales alfajores cordobeses, cuidando desde ese entonces la utilización de productos naturales y de primera calidad, evitando la utilización de conservantes químicos y elaborando artesanalmente el producto. Cuando él falleció, sus hijas: Ana María Moll de Buffoni y Teresa Lucia Moll, compraron la propiedad sobre la Diag. Bs.As. Decidieron mudar la fábrica de alfajores y anexarle una confitería, todo el lugar pasó a llamarse “Confitería Achalay”.
Al poco tiempo, Teresa vendió su parte al sr. Troncoso.
Ana María y su esposo, Eduardo Buffoni, continuaron con la fábrica “Achalay” pero algunos viejos capillenses, aún hoy, la siguen llamando “Confitería Achalay”.
En la actualidad Achalay custodia su calidad y su historia con su tercera y cuarta generación, quien se siente orgullosa cuando hijos y nietos de antiguos clientes la visitan.
Ubicado en calle Diagonal Buenos Aires 153.