Las grutas están conformadas por gigantes paredones de piedra rojiza, erosionadas por el viento y la lluvia, enmarcadas en un escenario repleto de flora y fauna autóctona. Espinillos, molles, algarrobos, tolas, quebrachos, hierbas serranas y otras especies, abundan, mientras que el avistaje de distintos tipos de aves, como cóndores, jotes, caranchos, halcones y pájaros, es posible en todo el trayecto.
Entre helechos, eucaliptus y zarzamoras, reluce esta increíble formación rocosa, protegida por los cerros Pajarilo, Áspero y Charalqueta o Colchiqui.
La caminata por el predio es de mediana dificultad y dura aproximadamente una hora.
Consta de tres grutas, la cueva del indio y un mirador, que es el sitio que presenta mayor dificultad, ya que el ascenso es a través de unas escaleras, con pasamanos y cerco de cables de acero, desde donde puede apreciarse una vista panorámica de las Sierras Chicas y formaciones geológicas de particular belleza. Como cualquier otra caminata en terreno montañoso, es recomendable hacerla con buen calzado y ropa adecuada