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Desde 1949, es el primer restaurante de Capilla del Monte.
En 1945 Don Leandro compró el boliche, una auténtica pulpería a la que asistían los parroquianos a tomar un vino, mientras sus fieles cabalgaduras cabeceaban sus siestas en los palenques de esa calle, por entonces, de tierra. Poco a poco se fueron acercando los turistas a tomar un refresco al regreso de sus excursiones en sulky al Zapato, La Toma, El Águila Blanca, Pozo de las Viejas (hoy cubierto por las aguas del Dique El Cajón). Y a los turistas siguieron los viajantes, aquella especie en extinción que juntos con los caminos fue construyendo la patria, y que Ilegaban primero pidiendo un sándwich y después un plato de sopa Así, creciendo, un día el bar se transformó en restaurante. Y comenzaron a llegar excursiones de lugares más lejanos (Alta Gracia, Rio Ceballos y Córdoba), primero en autos y luego en colectivos. Pero el momento culminante del día lo marcaba la llegada de los trenes y del coche-motor, cuando los pasajeros arribados de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, agotados por el largo viaje, pasaban a almorzar con valijas y equipajes. Antes de hospedarse había que alimentarse y don Leandro estaba ahí para esperarlos con su impecable atuendo de camisa y delantal blanco.
Todo esto sucedía durante la luna de miel, cuando las fotos color eran pintadas y no eran fotos serranas si les faltaba un burrito. En esa época floreciente de nuestro país frecuentaron "El Viejo Palermo" personalidades tan reconocidas como Enrique Muiño, Contursi, Gricel o Falú.
Desde 1963 se incorpora la rotisería para cubrir la nueva demanda de comida para llevar.
Ubicado en calle Diag. Buenos Aires 268